Todo
indica que el Instituto Federal Electoral (IFE) no sale de un problema cuando
ya se metió en otro
Como
todos sabemos, el Consejo General aprobó desde hace años un paquete de
requisitos para que las empresas encuestadoras y, por supuesto —¡cómo podía
faltar!—, la TV, hicieran encuestas de salida el día de la elección
Las
exit polls, como les llaman los especialistas, se realizan precisamente a la
salida de las casillas para conocer las tendencias electorales que más tarde
serán ratificadas por el conteo oficial de las actas… casilla por casilla
Los
dichosos sondeos, hechos “a boca de urna”, cuando ya el voto deja de ser un
misterio y cada quien revela lo que quiere o inventa lo que puede, tienen como
finalidad ganar auditorio, credibilidad… y, por supuesto, clientela para el
futuro
Dicho
de otro modo, las exit polls crean un magnífico negocio privado en torno de los
resultados de un proceso público, cuya organización, por ley, le corresponde al
IFE
Pues
bien, el Tribunal Electoral ha suspendido los conteos de salida. Ha echado
abajo el acuerdo previo cuya ejecución —según la autoridad— no brindaba
garantías de equidad ni de certeza, que son condiciones indispensables del
proceso como un todo; es decir, un asunto que comienza en octubre de un año y
termina al siguiente cuando el Tribunal expide la “constancia” —el diploma más
codiciado— que acredita al ganador de la contienda como presidente electo de la
República
Según
el Tribunal Electoral, desautorizar las encuestas de salida suprime un problema
potencial de disparidad entre los resultados del ejercicio privado y los que
pueda arrojar el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), que sí
es una responsabilidad pública
Obvio,
los encuestadores están furiosos porque les han pegado donde les duele… en el
meritito negocio
El
propio Instituto Federal Electoral, que debería apoyar la decisión del
Tribunal, se pone a pelear contra los magistrados en pos de un nuevo acuerdo
para volver las cosas al lugar en que se encontraban antes del exabrupto
Ya
sólo falta que el IFE también pida permiso al Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación para realizar encuestas de salida con edecanes en
bikini... para ya no andar pidiendo perdón, ¿verdad
MONJE
LOCO: El presidente Calderón no aguantó más. Se quitó la mordaza para acusar de
la crisis económica a los gobiernos del pasado. Y entre líneas dejó claro que
hará lo posible para descarrilar a Peña Nieto… y evitar el naufragio del barco
blanquiazul. La jauría también está lista. El golpe de Bruno Ferrari acusando
la corrupción obra de priistas ladrones, es el primer aviso… aunque Peña Nieto
diga que los azules están desesperados por su ineptitud para resolver la
pobreza, la inseguridad y el desempleo. Usted cúbrase, porque viene más fuego…
y no alcanzarán los bomberos… Ya se sabe, ya se supo…