Sin puerto fijo donde aterrizar la
presencia de sus aspirantes a los puestos de elección popular; sin una
coordinación planeada en las ciencias de la política de proselitismo electoral,
que solo visualiza fracaso; sin un discurso que mueva conciencias a los jóvenes,
menos a los hombres y mujeres maduros; pero además con un candidato a la
presidencia de la República, vapuleado, abatido y degradado en su persona, no
avanzan entre el electorado los candidatos del Partido Revolucionario
Institucional (PRI).
Alejandro Bravo Abarca, abanderado del PRI,
para la diputación federal por el distrito tres, no logra concretar en su
interior a su disperso equipo, donde abunda el “generalato”, pero priva la
mediocridad de políticos zonzos y herrumbrados en las viejas prácticas de un
priismo vejete y anacrónico. El ex alcalde de Zihuatanejo, ha sido dejado de la
mano para el manejo de su imagen. Primero un jefe sin la visión en la política electiva;
Noé Domínguez, que no logra cuajar a los medios periodísticos; posteriormente
el joven político Francisco Solís con tantos comisiones a cuestas y promover
giras del abanderado deja el encargo para el manejo de los medios masivos, para
mejor ocasión Por último descargan la responsabilidad en un anciano personaje
de la grilla Isaías Eduardo Gómez Ozuna que nunca ha sabido tomar determinaciones,
sino ser el mocito del partido y vuelve al principio del enredo de los medios,
para estorbarle a su patrón ABA. Si se buscó a alguien que pudiera sanjearle el
problema a Alejandro Bravo, se lo vuelven a empantanar con alguien, como Gómez
Ozuna, que demuestra una vez más que carece de criterio para asumir o tomar decisiones
o bien se quiere agandallar la lana para los medios, pues ésta ya está definida;
y, de paso ponerle el pie al candidato a la presidencia municipal de Atoyac de Álvarez,
Edilberto Tavares Cisneros, para trabarle el camino a la silla municipal.
Lo mismo le ocurre al priísta Nadín Torralba
Mejía, candidato a la diputación local por el distrito diez, a quien le
oscurecen el panorama y de paso se lleva entre la polvareda del rechazo a la
aspirante a la silla de Tecpan, Sandra Belkis Ocampo Hernández. Nadín después del
asalto sufrido, ya nada es igual; ello también por una falta del manejo de su
imagen deteriorada y señalada por los tecpanecos del mal manejo de los dineros propios
de la comuna y del desvío de presupuesto federal. A ello, agregarle las
investigaciones iniciadas por la Contraloría Superior de la Federación por
compras de departamentos y casa de alto valor que no son compatibles con el salario
devengado en su ejercicio. Su proceso de campaña, no cuaje ni da color entre
los votantes de Tecpan, San Jerónimo y Atoyac, que no lo ven con buenos ojos; pero
si a la aspirante panista Verónica Andraca González, quien se desplaza lenta,
pero aportando ideas y sorteando adeptos. Esta lucha desigual, le afecta y pone
en desventaja con el electorado a Sandra Belkis Ocampo, por un trabajo menos
denso entre los jóvenes; pero sí, entre mujeres de la tercera edad. Los jóvenes
quieren cambio y allí se visualiza la imagen y presencia de Crisóforo Orero
Heredia, del Partido de la Revolución Democrática (PRD). El PRI, no quedó bien
ante la sociedad tecpaneca, hay inquietud por un cambio; pero no con el mismo
PRI.
Por consiguiente, los descalabros,
infortunios y reveses sufridos por peña
Nieto, primero ante los estudiantes de la Universidad Iberoamericana;
posteriormente las desatinadas declaraciones de su búnker, hacia estudiantes y
sociedad en general, ha desatado una serie de señalamientos del priismo desde
las signaciones del Tratado de Libre Comercio, Fobaproa, pasando por las
matanzas del dos de octubre del ’68 y de Corpus Cristi. Temas que en las redes
sociales, han puesto como “santo cristo” al candidato presidencial del PRI, que
como el efecto dominó, les afecta a todo el priismo en Guerrero y
principalmente a los de la Costa Grande.
Mientras los expresidentes de México, Luis Echeverría
Álvarez y José López Portillo y Pacheco, eran unos estudiosos y escribidores de
la historia mundial y de México, Enrique Peña, le rehúye; más bien se dirá que
le tiene fobia…aversión.
Solo basta recordar, otro más que nada sabe
de historia mexicana, al ex alcalde
priísta Manuel Añorve Baños, que dejó al
puerto de Acapulco, sumido en la más espantosa calamidad e ineficiente administración
municipal en todos los órdenes, donde en las escuelas, niños y jóvenes son los
afectados por la violencia y desempleo.
Y, si precisamente, son estos los votantes que ellos buscan, se los ha vetado una
falsa política del tricolor. Falacias de obra social.
Zihuatanejo, Petatlán, Tecpan de Galeana,
San Jerónimo, Atoyac de Álvarez y Coyuca, están en el ojo del huracán; ello
debido a las inconsistencias y apetencias políticas del PRD, PRI, han logrado
dividir esas fracciones, que hoy enfrentan severas disyuntivas en sus
candidatos que van fraccionados, divididos y más con el alejamiento de la
sociedad votante. Atoyac como Coyuca, sufren reveses los perredistas con
candidatos sin el respaldo de la población juvenil; pero además con la
intromisión de porros de la grilla, que han hecho de esta su modus vivendi. En
Atoyac de Álvarez, del PRD, Pablo César Solís Nava, va sin el ánimo de la
ciudadanía que ha sido vejada y engañada por una administración sujeta a
investigación por la federación por el escandaloso desvío de dineros de
proyectos, lo que le resta votos en las urnas. Por Movimiento Ciudadano, Javier
Galeana Cadena, sufre de serios problemas para con su estructura endeble y sin
el conocimiento de las lides de la política electoral. Una planilla de
representantes populares, que no conjuntan ni a su familia, menos numerosos
grupos de emisores de sufragios, para llevarlo a la silla municipal. Lejos de
ello, se contrapone en una futura lucha interna por intereses ominosos y no muy
claros.
Y volvemos al PRI, con Edilberto Tavares
Cisneros, que pese a que tricolores y los mismos Fredy Barrera Méndez e Isaías
Eduardo Gómez, van en su planilla, vienen poniéndole escollos, obstáculos y
piedras como la de Alcholoa. Y para más le envían del PRI estatal, a la inexperta en diálogos y
diplomacia política, Erika Lurhs Cortés de ingratos recuerdos en Sedesol y turismo
de la fallida administración de Acapulco. Una mancha más al tigre. El priismo
de Atoyac es caduco, añejo, huele a creolina y naftalina. No es de ideas; tampoco
es de nuevas rutas de la política. Es rancio y antiguo. No hay hombres o
mujeres ya de credibilidad. Lo mismo sucede en Coyuca de Benítez, donde el PAN,
con Navarrete a la cabeza impulsado por el alcalde Merced Baldovinos, pretende
cerrarle el paso a Efraín Ramos Ramírez de Movimiento Ciudadano. Bataz del PRD,
se ahoga con sus huestes internas por la ambición de puestos administrativos.
El PRI, entrampado por otras ambiciones, deja al aire su postura; pues no hay
credibilidad en el priismo viejo y arcaico de ese lugar.