Atoyac
de Álvarez, está incluido entre los diez primeros municipios de nuestro estado
de Guerrero, esto, en un rango de 81 municipios agrupados en 7 regiones
geográficas en que se divide nuestra entidad federativa. La distinción aludida
se debe a su importancia económica. Hablando de la región de la Costa Grande
donde se localiza, el referido municipio se ubica en el 2º lugar, después del
Zihuatanejo de Azueta. No obstante esta condición señalada, existen varios
aspectos del desarrollo que opacan la situación citada anteriormente. Por esta
ocasión, solamente haré referencia a uno los varios elementos que enturbian
grotescamente el desarrollo del municipio que tienen que ver con la observancia
en la cabecera del Municipio en cuestión, con la pertinente aclaración que en
futuras publicaciones de este espacio, asolearé
las otras que yo considero:
1)
Las banquetas.- Estos espacios se hicieron pensando en la Ciudadanía que tiene
qué trasladarse caminando a otros sitios y se les llama transeúntes a los qué
se les observa de esa manera. Pero esta situación se aleja de la realidad en la
cabecera de Atoyac de Álvarez, sobre todo en las calles qué se localizan en la
zona citadina considerada como el primer
cuadro de la ciudad, por su gran cercanía que guardan estas respecto al
Zócalo de la ciudad. Son más o menos diez calles qué nos ilustran este tema qué
hoy nos ocupa, obviamente qué en esa lista de calles envueltas en las
irregularidades qué nos acercan, tenemos a la avenida principal Juan Álvarez, en una distancia que comprende
el cruzamiento con otras cinco calles, básicamente.
Aludo
principalmente a la invasión cotidiana que hacen a las banquetas de esas calles
los comerciantes, tanto los llamados “fijos”, como los vendedores ambulantes.
Esta cuestión, obliga a los transeúntes a bajarse a andar por las calles, ya
que de otra manera no podrían avanzar, a pesar del constante riesgo que ello
representa de sufrir algún atropellamiento vehicular. Los peligros de esta
grave irresponsabilidad y negligencia de las Autoridades que permiten estas
fregaderas, se incrementan con mayor frecuencia a determinadas horas del día,
que van desde las diez de la mañana hasta las 15 horas y si a esta turbiedad le
agregamos un apelmazamiento de
comerciantes semifijos establecidos en la entrada al Zócalo, y a la escuela
primaria Juan Álvarez, así como las
tres filas qué llegan a hacer las combis o urbans pasajeras en espera de
pasajeros, la situación antes referida, se torna aún más difícil y delicada.
En
todo este escenario enrarecido y permeado por la corrupción del ayuntamiento
municipal, es de destacar la presencia “activa” de los agentes de Tránsito, o los
del pito en la boca o los mordelones o los tamarindos, como usted
quiera decirles, quiénes prefieren hacerse los tíos lolos ante el caos vial que
se genera con las consecuencias que esto podría tener.
En esta corrupta situación que cotidianamente se
observa en Atoyac de Álvarez, entra tranquilamente una tienda de extensión
nacional, alargando su vendimia hasta la calle, restando con ello, de manera
significativa e impunemente, espacios a los automovilistas para estacionarse.
Al respecto, Annel Radilla
DEBERIAN DE HACER UN BUEN REPORTAJE SOBRE LAS BANQUETAS
INVADIDAS EN ATOYAC Y LA OPINION DE LOS CIUDADANOS AFECTADOS... SE NECESITA
REGULARIZAR LOS ESPACIOS YA QUE PUEDE HASTA SUCEDER UN ACCIDENTE POR QUE
CAMINAMOS ENTRE LOS VEHICULOS YA QUE TODA LAS BANQUETAS ESTA OCUPADASSS... QUE
FEO NOOOO. Igualmente Esteban Barrientos escribió:
Una muestra de la alta corrupción en Atoyac del
Candidato del presidente municipal, que nadie sabe porque se anda riendo solo,
y mira con ojos pispiretos, ya no anda con la trompa parada, ¡¿Porque será??. Peter Albarran Roldan Xq no sirven para nada
los tránsitos nada más pierden el tiempo ésos pinche flojos.
Esta situación encontrará el nuevo presidente municipal,
situación impostergable de transparentar. Vamos a ver si de vedad quiere
recomponer las cosas en Atoyac, o hacerse nomás como el tío lolo. Veremos…HASTA
PRONTO.