miércoles, 9 de mayo de 2012

TERCERA VÍA Verónica Escobar, interinato que hace agua. Por Ernesto Rivera Rodríguez



A menos de dos meses de hacerse cargo del interinato de la Presidencia Municipal de Acapulco, al haber abandonado el cargo –por licencia-  el edil Manuel Añorve Baños, al ser premiada su ignominia, su infamia a los acapulqueños por el pésimo desempeño de su administración pública, con la candidatura a diputado federal por la vía plurinominal, Verónica Escobar Ávila, alcaldesa interina, se encuentre con el  H. Ayuntamiento de cabeza, al ser literalmente desmantelado en la mayoría de sus secretarias, direcciones y mandos medios, sin olvidar de principio la licencia solicitada por los dos síndicos, que legalmente son la “fórmula” de gobierno del H. Ayuntamiento.
Pero ella, no se cansa de afirmar de que el trabajo y las responsabilidades de la administración pública municipal se encuentra ejerciendo  sus funciones al cien por ciento, la verdad es todo lo contrario, pues el H. Ayuntamiento de Acapulco, se encuentra literalmente sin funciones operativas sustantivas, al haber dejado sus funciones el secretario general,  Vicente Trujillo Sandoval; el secretario de Finanzas, José Luis Ávila Sánchez; el secretario de Desarrollo Social, Celestino Bailón Guerrero; la secretaria de Turismo, Erika Lurhs Cortés; el secretario de Desarrollo Urbano, -este por cuestiones de salud-, el síndico administrativo, Alejandro Porcayo, y el segundo síndico de Gobierno, Rodolfo Escobar Ávila, así como una docena de regidores, y en cascada hacia las direcciones operativas todas en su conjunto fueron abandonadas por los responsables para lanzarse a la aventura político electoral que tomaron sus superiores, jefes inmediatos a quienes por “lealtad” y amistad sin lugar a dudas le debían el trabajo, por lo que con el jefe “hasta la ignominia”.
Acapulco, se encuentra literalmente frente a un colapso de servicios públicos, todos ellos básicos, todos ellos de función cotidiana, en donde no se puede dejar de prestar los servicios en una ciudad  y puerto y municipio como Acapulco, que además debe su vida económica vital de sus atractivos turísticos los cuales deben de lucir de privilegio. Pero sucede todo lo contrario, la alcaldesa, Verónica Escobar Ávila vive en medio del  desorden pues nadie le hace caso y tal es la situación que ha habido directores de área que han abandonado sus responsabilidades sin tener la educación, la lealtad a su superior de avisarle, como lo fue el caso de Miguel Terrazas Sánchez, que abandono su responsabilidad como director de Saneamiento Básico sin mandar su licencia de retiro, y como éste sujeto hay otros que por la libre han abandonado su responsabilidad para irse tras su jefe.
La situación en Acapulco es más que delicada dado la falta de servicios en que se encuentra y sobrevive gran parte de las zonas periféricas de la ciudad, sin contar la zona suburbana y rural del municipio, literalmente siempre en el abandono, así la falta de vital líquido –el agua- en colonias suburbanas como Loma Larga, Carabalí, Nueva Luz, Colosio, Primero de Mayo, Ampliación Primero de Mayo, La Laja, Alta Progreso son algunas en donde la escases del vital líquido es cosa de todos los días, y en donde el tandeo se escasea igualmente por más de una semana, y si el tandeo del agua se escasea, lo que se amontona por toneladas es la basura, cuyos líquidos “lixiviados” corren por las cunetas, se filtran por el pavimento “cuarteado” y se sumergen en las coladeras, provocando con ello mayor contaminación.
Esto es sólo la punta del “iceberg” cuando la oscuridad envuelve las calles y avenidas de esta ciudad y puerto que es aprovechando por la delincuencia “coludida” para someter, violar, robar, secuestrar y asesinar a sangre fría, dando pábulo a las respuestas oficiales tan tardías como maquilladas, quienes tienen el cinismo de medir los muertos en “decimales “–o que no Arturo Martínez Núñez-, a quien sólo le falta poner los parámetros del dolor humano en “milésimas”.
Acapulco vive en los límites de la violencia en todos sus géneros, donde las autoridades municipales lo único que esperan es que esto termine pronto para ellos,  y dejar esta bomba de tiempo, cuyo reloj que camina inexorablemente para  las actúales autoridades municipales nada hacen por  detenerlo, en tanto los acapulqueños no dejan de hacerse a la esperanza de tiempos mejores, que de los actuales nada se puede esperar, mucho menos cuando la ”mano que mece la cuna”, expresara el día que pidió licencia definitiva para retirarse de su cargo de 10, “me voy pero no me ausento” (Manuel Añorve, dixit.). Email:gernestorivera@gmail.com